La vista desde arriba nos da una nueva perspectiva del Castillo de Teayo, una joya de Veracruz que aún guarda los secretos de la cultura totonaca. Bajo la sombra del drone, las antiguas piedras de la pirámide se convierten en escalones que invitan a subir y explorar, mientras el mundo moderno sigue su curso alrededor. Esta estructura, capturada desde el aire, es un recordatorio fresco y directo de que, incluso en la rutina más agitada, hay lugares que nos hacen pausar y mirar hacia atrás en el tiempo.
La imagen nos lleva a apreciar la simplicidad de lo antiguo junto a la complejidad de lo nuevo. El Castillo de Teayo se ve casi como una maqueta en medio de la vida moderna, y nos da un espacio para respirar y desconectarnos del día a día. Aquí, entre el verdor que rodea las piedras milenarias, podemos disfrutar de un momento de paz, conectar con la historia y simplemente ser. La fotografía nos invita a todos a dar un paseo, a ser parte de la historia que aún vive en estas piedras.